miércoles, julio 17, 2013

Prioridad animal y ajos amarillos en la cabecera del Ara

Sobre el ibón helado del Brazato. A la izquierda, el Tablato; a la derecha, Foratura.

En el ibón del Brazato tengo la sensación de mirar un glaciar el 2 de julio. Al fondo, el Tablato Piniecho me trae a la memoria una bonita ascensión repetida, y que repetiré. Subo a Baciás (2.760) y me lanzo en la bajada corriendo a grandes zancadas por la nieve. La alegría se topa, ya en la cabecera del río Ara, con una dificultad: la nieve acumulada y las tormentas han convertido ese arroyo fácil de salvar en un río de aguas bravas. Elijo con cuidado por dónde pasar y termino con las botas atadas al cuello y el agua por la cintura. Cuesta mantener el equilibrio.

Después casi todo es un suave descenso hasta el refugio de Bujaruelo, con tiempo para la señalética y las flores. En la zona del barranco del Cardal (?), entre los refugios de Labaza y Ordiso, la senda se encajona en la caliza y se salva un desfiladero. Ahí han colocado una especie de barandilla de seguridad y dos carteles, de entrada y salida, según se suba o se baje; y ahí avisan a las personas, porque creo que las vacas (ver imagen con perfil de ubres) de momento no leen los carteles. "Prioridad paso de ganado". ¿Nuevas nociones de urbanidad? Del "dejad pasar a los mayores primero" o "dejad pasar a las mujeres embarazadas" a "el ganado gana"... Y la imagen de una persona muñeco (preeminencia plástica animal: ¿dónde estaba el ilustrador vacuno?, ¿por qué encargaron el dibujito de la persona a un cartelista de baños?), ¡que cae casi saludando, como si se tirara ante la simple visión de una vaca!, con la leyenda "Peligro de caída", traslada el peligro en cuestión a la persona arrojadiza, no a la vaca. Claro, algún teólogo me dirá que el hombre se presta a la Caída, en tanto que la vaca viene definida por naturaleza, por su instinto, sin libertad, sin capacidad de Caída. Y algún tiquismiquis me dirá que he pasado de "caída" a "Caída", y que las mayúsculas importan; pero, creedme, cualquier ser humano escribiría Caída al asomarse por ese barranco si apareciera una vaca para disputarle el paso.
Y ya está, fin de mi cuento. Dejo la fotografía del cartel para los incrédulos educados en otras prioridades y añado otra con flores de ajo amarillo (con hormiga) que sólo he visto en aquel paraje.


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