lunes, septiembre 30, 2013

Siempre nos quedará el picante

Tomado de aquí.
-Neo, tengo que revelarte algo... Hace días que no... -dice Trinity mientras se acaricia una incipiente barriga-. Neo, estoy... -reúne valor y palabras hasta que suelta al fin-: Neo, estoy estreñida.
-Sí, ya te veía yo carucha de guardártelo todo -dice Neo.
-Neo, Trinity -interrumpe Morfeo-, una vieja leyenda recuerda que todas las pastillas tienen efectos secundarios, y la roja...  -cariacontecido con un primer plano de su cariacontecimiento-. El problema es que los laxantes están caducados y han perdido un 78,4% de su efectividad.
-¿Qué se puede hacer? ¿Vamos al Oráculo? -pregunta Neo.
-Sólo nos queda la opción de la guindilla fantasma -dice Morfeo al tiempo que traga saliva.
-¿Y el amor? -dice Trinity a cámara lenta con su carucha de estreñida.
Neo y Morfeo se miran sin entender nada, como en casi toda la película.
-Eso, eso, y el amor... -le sigue la corriente Neo-. El amor siempre, Trinity, pero te va a arder. Sentirás fuego en la boca, y luego...

miércoles, septiembre 25, 2013

Lupulizado

Presumiendo de "coronita" el 7 de septiembre de 2013 en la Grand-Place de Bruselas, donde antaño mandaban los elefantes rosados de Delirium.
En el mundo de la cerveza hay una marea (ellos dicen creciente) de amantes del lúpulo, de las cervezas con mucho lúpulo. Son los iperos, los lupulizados, ésos que prefieren las cervezas con "carácter" (que otros reducen a amargor). Para gustos están el olfato, las papilas gustativas y hasta los colores..; pero es cierto también que existe el riesgo de caer lupulizado. Y eso tiene extrañas consecuencias, como se ve en el coronado de la fotografía.
Iperos, estáis avisados.

P.D.: Y Short Boxed Beard.

lunes, septiembre 23, 2013

Encandados de conocernos

El Sena también encandado por amor, bien sûr. París, 5 de septiembre de 2013.
La originalidad compartida mantiene el negocio de los invernaderos con picos como el del 14 de febrero ("Dígaselo con flores", aconsejaron a los inexpresivos); ha convencido categóricamente hasta a los más duros de que "Un diamante es para siempre"; canta a coro el efecto de reparador del chocolate (mejor en formato bombón) y de ciertos helados; asegura efectos maravillosos con la digestión de las ostras, el caviar y el champán; promete de palabra, ¡incluso después de Kennedy!, la Luna; mensajea el emoticón de turno; propone el viaje a la playa tropical con puesta de sol perpetua (ve machacándote los abdominales), al "o sole mio" en góndola por Venecia, a París.
Y sí, también en París, los candados.

P.D.: El único consuelo es masculino y estético: más vale poner un candado al puente que una barba de candado (Van Dyke) al rostro propio.

jueves, septiembre 19, 2013

Rojo


Fin de Semana de la Cerveza en  Bruselas, Grand-Place, 7 de septiembre de 2013.
En Europa, si uno pide a un hombre que defina algo, lo que sea, su definición siempre se aparta del objeto sencillo que conoce perfectamente y se remonta hacia una región ignota, la región de las abstracciones progresivamente más remotas. De este modo, si se le pregunta qué es el rojo, responde que es “un color”.
Si se le pregunta qué es un color, dirá que es una vibración o una refracción de la luz, o bien una división del espectro cromático.
Y si se le pregunta qué es esa vibración, responderá que se trata de una forma de energía o algo semejante, y así seguiría hasta llegar a una modalidad del ser o no ser; en cualquier caso, se ahonda hasta ir mucho más allá de nuestro alcance. Mucho más allá de su propio alcance.” 
Ezra PoundEl ABC de la lectura, Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja, Madrid, 2000, p. 27.

lunes, septiembre 16, 2013

Barrengo Munoa (981) y Urepel (1.056)

Comienza el descenso de Urepel.
Asun, Ángel, Patxi, Ricardo y yo estrenamos septiembre montañero con una ruta de vocación circular: de Ixkibar a Ixkibar, en Leizalarrea, pasando por Izaieta, Barrengo Munoa y Urepel. La sorpresa corrió a cuenta del sprint de Ángel en la llegada a la cima de Urepel, del vino de Asun (ahorraos los cánticos, que era tinto y tenía color y sabor intensos) y de la tortilla de patatas de Ricardo.
Y luego..., café en Iruso.

Akaitz Txiki 1 y 2

En Akaitz Txiki 2.
El primer "no lago" de Akaitz Txiki 2.
Así rascaba, así, así..., el oso de las cavernas.
Explorar las cuevas de Akaitz Txiki en Aralar es un trabajo exigente (primero hay que encontrarlas en una zona de lapiaz poco transitada...), pero el 29 de agosto contábamos con mucha experiencia acumulada, linternas potentes, una sequía y hasta la habilidad para usar en el momento justo palabras como "ostrácodo", "urgoniana" o "pisolita". No podíamos fallar.
Sabino (el de más experiencia acumulada), Imanol y yo empezamos por la 1, donde fotografiamos huellas fósiles de osos de las cavernas. Y pasamos del 1 al 2, previa merienda de salchichones y Val-Dieu Grand Cru.
Akaitz Txiki 2 mostraba un aspecto insólito con la huella de las arcillas cuarteadas donde habitualmente se ven los lagos. Disfrutamos la visita en seco.

Y así fotografiaban los arañazos fosilizados.

martes, septiembre 10, 2013

Palabras, palabras...

Dos versiones.
Una. La interpretación predigital o analógica de Mina y Alberto Lupo en Parole, parole (digitalizada en youtube). Dedicada a esas palabras que se lleva el viento.

una parola ascoltami
parole, parole, parole
ascoltami
parole, parole, parole
ti prego
parole, parole, parole
io ti giuro
parole, parole, parole
parole, parole, parole
parole, parole, parole
son tanto parole
parole tra noi”

Dos. Cuando la niña Eudora comprende que se puede hablar sin decir nada, el caso de Eudora Welty en La palabra heredada (Ed. Montesinos, 1984).
"Esta misma señora era una de las que llamaban por teléfono a mi madre y hablaba por los codos. Sabía quién le llamaba cuando mi madre contestaba sólo de cuando en cuando cosas como “no hace falta que lo jures”, o “¡no me digas!, o “faltaría más”. Se quedaba de pie junto al teléfono, escuchando contra su voluntad, y yo me sentaba en las escaleras, cerca de ella. Nuestro teléfono tenía una barra que había que apretar para mantener abierta la comunicación; cuando su amiga le decía adiós, mi madre me pedía que le ayudara a soltar la barra: se le habían paralizado los dedos de tanto apretar.
–¿Qué te ha dicho? –le preguntaba yo.
–No ha dicho absolutamente nada –suspiraba mi madre–. Tenía ganas de charlar, eso es todo."

lunes, septiembre 09, 2013

Billare (2.309)

En el Billare.
Sí, lo lógico era seguir el "tapete" verde subiendo a la izquierda, poco antes de llegar a la cabaña de Anaye, pero vimos hitos (¡ay, inocencios!), vimos gente que bajaba (también los que bajan pueden estar equivocados) y, en vez de leer las instrucciones que llevábamos para acertar en la primera ascensión a Billare, nos metimos en la pedrera.  "¡Otra vez nos ha tocado la pedrea!", hubiera anunciado Álvaro con sorpresa de jugador de la lotería de Navidad.
Así que el 18 de agosto, Pilar, Patxi y yo subimos a Billare, por la vía casi normal: Lescun, llano de Sanchèse, hayedo hacia Anaye, giro a la izquierda. Luego subimos unos 400 m de desnivel penando por la pedrera "que no era", vivimos hasta un alud de piedra (hubiera sido tan cómico vernos a Patxi y a mí cangrejeando a cuatro patas sobre la pedrera hacia la izquierda para evitar la enorme masa de piedras que se derrumbaba...).
Y cresteamos, porque, por encima de fatigas, la cresta final de Billare merece la pena, es una montaña preciosa, exigente por el desnivel (1.300 m) y con el atractivo de un gran patio, un par de chimeneas fáciles de subida (y otra más si se sube a la segunda de las cimas) y las vistas sin parangón de Anie, Pene Blanque y la Mesa de los Tres Reyes.

Después de la segunda pedrera, la "buena", saliendo al collado previo a la cresta final.
Poco antes de la fácil chimenea.
Cresteo de regreso ante Pene Blanque. Fotografía de Pilar.
Vuelta ante la Mesa de los Tres Reyes.






martes, septiembre 03, 2013

Cuida la sonrisa

Sonreía al borde de la risa. La miré serio y dejó de sonreír.
Lloraba. La miré sonriente y siguió llorando.

 Escribe Vila-Matas en "Todo podría ser diferente":
"Una de las razones por la que el poeta ruso Gumilev fue asesinado por los seguidores de Lenin es que duante toda la dura prueba, en las oscuras oficinas del fiscal, en la cámara de tortura, en los tortuosos corredores que conducían al furgón, en el furgón que le llevó al lugar de ejecución, y en este sitio mismo, con la tierra revuelta por los pies pesados de un pelotón sombrío y desmañado, el poeta no dejó de sonreír."