domingo, enero 18, 2015

Basoloko kobea. Los buscadores y las rebuscas

En Basoloko kobea. Fotografía de Patxi.
Es jueves, es invierno y sopla un surazo frío en Aralar. Patxi y yo trabajamos sobre el terreno excursiones futuras en una "descubierta" (en su acepción 11ª e incluso 10ª). Partimos del collado de Aralegi sin concesiones (no redesayunamos antes), con agua, fruta y media barra de pan. Salimos al paraje de Enirio y seguimos por la senda (mejorada) hacia Igaratza. Buscamos la altura correcta, una senda vieja con tramos borrados que unía Beaskin con Pagabe (al sur de Uarrain). Nos repartimos el trabajo en un sube y baja como perros rastreadores, buscamos la anfractuosidad, nos fijamos en la vegetación, trabajamos con la experiencia... ("Mira esos tejos, mira estos mostajos..."). Tras varios amagos con dolinas y hoquedades secundarias, hallamos la cueva sima de Basolo: Basoloko kobea.
En un primer reconocimiento, la boca de entrada se abre con un diámetro aproximado de cuatro metros y comienza con una bajada húmeda (saxífragas hirsutas, musgo y hepáticas), después ofrece una gran sala a la izquierda de la boca de entrada que puede funcionar como un buen refugio en una excursión posterior. Al final de esta sala llana, vemos restos de excavaciones y dos  murciélagos de herradura. La sala de la derecha llega hasta unos gourgs y, desde allí, comienza una bajada con apariencia de una gran espiral. Está resbaladiza por la arcilla (15 de enero 2015). Caracoleamos por el lugar, vemos dos murciélagos más y decidimos regresar un día más seco.
A cielo abierto, enlazamos tramos de este recorrido cercano a Basolo con otros recorridos futuros, grabamos el paisaje en el gepeese mental, aún no memorizamos la toponimia que fijaremos ante los mapas: Lizarreta, Iturbeltz... Las señales reunidas sobre el terreno son sencillas, casi íntimas: el hayedo maduro en un hondón, una dolina, un setal de perrechicos (volveré en primavera), el haya con nido de cuervo, una senda flanqueada por dos acebos... Quizá alguien se pregunte a qué espero para dar las coordenadas del lugar y santas pascuas. ¿Qué clase de descripciones son ésas?
Me explicaré (un poco).
Rescato del Catálogo Espeleológico de Guipúzcoa, de Munibe:
"422 (270). SAROIXARONDO’KO LEIZEA (la sima de SAROI-XARONDO).—Ataun. Está a unos 75 metros de distancia de los restos de la antigua choza del sel de Alleko. Tiene boca pequeña y la bajada no es del todo vertical. La piedra lanzada en ella se detiene a los 12 metros".
"430 (278). MALKORBIZKARRE’KO KOBEA (la cueva de MALKORBIZKAR).—Ataun. Esta cueva se halla próxima a la cima de la peña y tiene muy mal acceso. La entrada es pequeña y pasando una corta pendiente para abajo se llega a un llano de unos 18 metros de largo, dos escasos de ancho y el techo a tres metros de altura. Sirve de estancia de martas y de otras fieras".
"431 (279). ALLEKOAITZE’KO KOBAUNDIE (la cueva grande de ALLEKOAITZE).—Ataun. Piso llano, techo alto, mucha luz y habitable. La galería que va en dirección al oriente y en forma de rendija es sima intransitable. El año 1622 se dió autorización a Juan de Abarisqueta para que sus cabras y ovejas 'en la cova de Liçaurrizti que puedan estar diez noches cada año y que en Alleco puedan andar de día y de noche'”.
Hubo un tiempo de medidas en metros "a la piedra"; trato de ser fiel a las martas y a otras fieras; el concepto de habitabilidad es tan importante como la belleza de los espeleotemas... (¡qué le voy a hacer!, sigo viendo en las bocas de las cuevas refugios para días de lluvia o nevada). En fin, que el fragmento que sigue sonaba como música de percusión para mis oídos.
"691 BASOLO-KO KOBEA (7). Interesante cueva situada en las laderas meridionales del monte Pardarri (1.397 m.) por encima de las txabolas de Doniturrieta garaikoa y por debajo de Ontzanburu-ko arratea. A la vera del sendero que de Igaratza y Beaskin se dirige a Pagabe. Explorada los días 16-17-18 de Agosto de 1945 por un grupo de naturalistas vascos y catalanes durante una campaña espeleológico-entomológica en la que brotó la idea de fundar la Sociedad ARANZADI. La sima tiene, en la parte entonces explorada, una profundidad de 87 m. La rama izquierda de la cueva (la sima está en la rama derecha) es semihorizontal y presenta numerosos testigos de catas o rebuscas".

 Porque hoy "interesante" es cualquier cosa cuando no sabes cómo calificarla, pero cuando quien escribe "interesante" añade poco después "a la vera de", ¡ay!, todo adquiere un nuevo significado. Las palabras tienen su propio gepeese.
Encontrar una cueva "electrónicamente" es fácil. Nos gusta otra cosa, tal vez buscarla un jueves con surazo frío en Aralar, encontrarla, hacernos con el paisaje, volver.

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