sábado, septiembre 10, 2016

Ernaizu (1 203), Ireber (1 208), niebla

La carrera espacial en Ireber, 28 de agosto de 2016.
Algún día, alguien analizará con rigor la temática de los buzones presentes en las cimas de las montañas en el País Vasco y Navarra. Ese estudio ahorraría muchos esfuerzos de encuestas y permitiría hacer un trabajo de campo en el sentido más lato de la palabra. Ya anticipo algunas conclusiones sin rigor académico (o sea, perfectamente adoptables):
-la permanente importancia dada a la vivienda en el imaginario vasconavarro (caseríos y casitas como primera opción de buzón; hay bordas, hórreos, ermitas y hasta tiendas de campaña; no hay rascacielos);
-el gusto por las hachas clavadas en el tronco (¿quizá por eso no hay árboles de Gernika?).
-las setas (preferentemente la alucinógena amanita muscaria);
-los barriles o semejantes;
-la decadencia de las cruces;
-la presencia relativamente reciente de gnomos;
-los cohetes, ¿memoria del entusiasmo perdido por la carrera espacial?
Dejo a otros el estudio con rigor académico y la resolución de los misterios casi inextricables que plantean tantos buzones (¿por qué el animal más común es la rana?, ¿por qué un buzón autobús?, ¿por qué un buzón cama?...).


2 comentarios:

Sergio dijo...

¿Por qué no hay buzones con la forma clásica de buzón?

eresfea dijo...

Quizá por lo mismo que hay películas y todo no son documentales...