lunes, octubre 16, 2017

Intemperie

Un hombre corre y grita que corran a sus tres hijos rezagados bajo la lluvia negra. No llevan paraguas ni impermeables, ni hay un refugio cercano. Los niños se van quedando atrás y oyen a su padre, que vuelve, maldecir y blasfemar hecho cisco bajo la lluvia, ahora que termina el incendio, ahora que el agua apalea el fuego.

1 comentario:

Antonio dijo...

Cuando el terror muere siempre nace la ira .